Turismo en Huerta

Molino del Batán




Las aguas del río Laguna, como el de todos los ríos de la Serranía de Cuenca, han sido exhaustivamente utilizadas desde la Edad Media para mover todo tipo de ingenios hidráulicos, desde molinos harineros hasta martinetes de herrerías. Huerta del Marquesado tuvo de lo uno y de lo otro, además de un molino pañero, el Molino del Batán.



Un batán (del árabe hispánico que significa “golpear”) es una máquina accionada por fuerza hidráulica, dotada de dos o más mazos de madera de gran tamaño encargados de golpear rítmicamente telas y tejidos recién urdidos. La finalidad es trabar y apelmazar las tramas del tejido para dotar a la tela de mejor textura, resistencia y calidad. Antes de la invención de los batanes, o molinos pañeros, el bataneado o enfurtido se realizaba a mano, con grandes mazos manejados por operarios que golpeaban el tejido sumergido en agua durante horas y horas. Ésta era sin duda la tarea más dura e ingrata de todo el proceso textil, con lo que se maquinizó pronto.



Huerta del Marquesado tuvo desde el siglo XVI una notable actividad textil en torno a la lana y al cáñamo, de ahí que la presencia de un batán sea casi obligada. La instalación ya se menciona en el siglo XVII, aunque su presencia puede ser anterior. El Catastro de Ensenada, en el siglo XVIII, hace de él una somera descripción: “Batán sito en la Rivera de la Vega distante de este pueblo, seiscientos pasos, el cual tiene un harte con dos mazos para paños y cordellates de la tierra, el que pertenece a Joseph López vecino de este lugar el que lo administra por si”.




El Molino del Batán de Huerta disponía además de una piedra de pan moler, con lo que era pañero y harinero a la vez. Como batán funcionó hasta los primeros años de la década de 1950. Su último batanero de oficio fue Lorenzo Arnau López. Todavía después lo haría funcionar algunos años Anastasio López Gregorio, cada vez de forma más esporádica y limitado a sus funciones como molino harinero, que se prolongaron hasta los primeros años 70. Luego, el abandono el edificio hizo que llegase a estar en la ruina más absoluta. El Ayuntamiento de Huerta del Marquesado ha acometido una cuidadosa restauración que lo ha devuelto a su estado original, siendo en la actualidad uno de los pocos molinos pañeros que quedan en funcionamiento en todo el territorio nacional, con lo bien merece una visita que es a la vez arqueología industrial y un precioso ejemplo de la vida y los afanes de nuestros mayores.



El Molino está situado a unos 700 metros río abajo del pueblo. El acceso está señalizado en el núcleo urbano. Puede llegar hasta el mismo molino con vehículo de turismo por una pista en perfecto estado. Para autobuses es necesario aparcar en la población y hacer a pie el recorrido (unos 5 minutos).



El Molino cuenta con diferentes paneles explicativos tanto al exterior como al interior. También es uno de los lugares elegidos para la ubicación de las esculturas del Paisaje Ilustrado, del escultor Luis Zafrilla.






Horario: sábados de 11:00 a 13:00 horas.
Para concertar visitas fuera de este horario, contactar:

Ayuntamiento de Huerta
cl. Horno, 2. 16316 Huerta del Marquesado.
Tel: 969 354001. Fax: 969 354900
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